Lisos, decorados, personalizados, de varillas, pintados a mano o calados. La variedad es muy amplia cuando hablamos del abanico de novia. Eso sí, más allá de su diseño, cualidades como la sencillez y la delicadeza se convierten en una venerada virtud en el día de tu boda.
Hace pocas semanas hablábamos de complementos de novia para brilla en tu boda y destacábamos algunos de los accesorios más demandados por las mujeres. Uno de ellos es el abanico de novia, un detalle sofisticado y muy útil para las bodas de verano.
El abanico aporta elegancia y feminidad, pero también ayuda a disimular los nervios, a combatir el calor y a evitar brillos en la piel. Es un complemento estético y también funcional.
Evolución del abanico
El abanico procede de Oriente y en su elaboración entran en juego diferentes disciplinas artísticas, desde el pintor, que ilustra o decora; al escultor, en caso de ser una pieza de marfil, hueso o nácar; o el grabador, si se trata de maderas que requieran taladrar el varillaje.
Mucho antes de que el abanico plegable naciera, ya se elaboraban abanicos con materiales como plumas, metales o hechos de encaje. Con las varillas desplegables, la variedad se hizo mayor. En los siglos XVI y XVII los abanicos de vuelo corto eran la tendencia, confeccionados en madera o marfil, con tela bordada.
A comienzos del siglo XIX la moda pasa por los ejemplares pequeños, que fueron creciendo en dimensiones en el Romanticismo. A finales del siglo XIX la gasa pintada y los encajes en grandes abanicos se convierten en tendencia.
La tendencia de pintarlos a mano llegó ya en el siglo XX.
El lenguaje del abanico
Este complemento desarrolló desde sus orígenes un código o lenguaje propio. Y es que según el modo de sostenerlo se estaba transmitiendo un mensaje u otro. Mirar a los ojos de otra persona y abanicarse con rapidez significaba “te amo con locura”, hacerlo con lentitud quería decir “estoy casada y no me interesas”, y abrirlo mostrándolo expresaba un claro deseo: “puedes esperarme”.
Un poco de inspiración
Nos gusta el abanico de novia modelo Badajoz, hecho artesanalmente de madera, o el glamour que desprende el modelo Las Palmas, realizado con plumas.
El modelo Valencia es de color blanco roto, está elaborado de manera artesana con madera y encaje, igual que el modelo Salamanca.
Artesanal y radiante resulta el modelo Zaragoza, uno de los más elegidos por nuestras novias, tal y como sucede con el modelo Vigo, que integra un tejido con filigrana pintada a mano en plateado.
Y tú, ¿llevarás abanico en el día de tu boda? Te invitamos a enviarnos tus fotos luciendo el tuyo. ¡Estaremos encantados de publicarlas!