Cuidamos nuestra cara, nuestro cuerpo, nuestras manos... pero, ¿qué hay del cuidado de los pies? ¿Los hidratamos y mimamos todo el año, o solamente cuando los mostramos con nuestras sandalias de verano?
El abandono del cuidado de los pies durante el invierno ocasiona sequedad, sudoración, olor, callos, rozaduras y uñas descuidadas, entre otras cosas. Algunas de las mujeres que nos visitáis en Enepe compartís con nosotros muchas de las molestias que podrían evitarse. Por eso, una buena rutina para el cuidado de los pies hará que éstos respondan y te lo agradezcan aportándote la comodidad y belleza que necesitan.
En primer lugar, si tienes grietas o sequedad, deberías cortar la piel muerta con la herramienta adecuada, con una lima para talones y durezas, y aplicando una piedra pómez cuando salgas de la ducha.
En segundo lugar, la hidratación. Con la crema hidratante puede ser suficiente, pero para quienes tienen grietas más profundas irán muy bien los parches hidro-coloides, las cremas humectantes e incluso los calcetines hidratantes y reparadores.
Si tienes una sudoración excesiva, es fundamental mantener una buena higiene diaria, con jabón y desodorantes, o también con polvos secantes o anti-transpirantes. Los propios zapatos se van quedando con las bacterias que provocan un olor desagradable, por lo que hay que procurar mantenerlos limpios, lo cual es más fácil si contienen plantillas. No os perdáis este interesante post de Boticaria García para eliminar el olor de pies.
Para evitar rozaduras, especialmente cuando estrenamos zapatos, no está de más hidratarlos humedeciéndolos con un poco con agua y calzarlos para que se hagan a nuestra forma. Eso sí, siempre evitando llevarlos nuevos durante demasiado tiempo para ir amoldándonos poco a poco a ellos. Si los zapatos te empiezan a rozar, protege bien la zona para que no se formen ampollas.
Acude a un buen podólogo para tratar callos, juanetes o problemas más molestos, como uñas encarnadas u hongos. Y, cómo no, hazte una buena pedicura para que tus pies luzcan radiantes, saludables, con las uñas bien pintadas y un brillo impecable.
Y tú, ¿cómo cuidas tus pies?